Hace pocas horas sufrimos el bochornoso espectáculo de ver cómo una parte de España se proclamaba sujeto de plena soberanía, autoconcediéndose la ilegal potestad de convocar un referéndum de autodeterminación para los próximos meses...
Vamos... como si en nuestra comunidad de vecinos, nos volviéramos todos locos y, por mayoría absoluta, los copropietarios votáramos mayoritaria y "democráticamente" tener derecho a independizarnos del barrio, de la ciudad o de la nación donde habitamos...
Es lógico que el resto de los españoles tuvieran que aceptar nuestra "libre y democrática" voluntad de dejar de pagar impuestos para el resto de los ciudadanos o de seguir sometiéndose a las leyes comunes... ¿verdad?
Miren... Hasta yo voy a convocar un autorreferéndum en el que, si sale aprobado por mayoría de mí mismo, proclamaré mi derecho a independizarme de todos ustedes, a dejar de pagar impuestos para seguir manteniendo a sus corruptos políticos y a exigirles -de paso- la "deuda histórica" que mantienen conmigo al haberme obligado involuntariamente, desde mi nacimiento, a pertenecer a una nación de inútiles gobernantes, como es aquella en que desean vivir...
Como todas estas decisiones se habrán tomado por escrupulosa mayoría -tanto de mis vecinos como de mí mismo- deberán ser respetadas escrupulosamente... ¿No? ¿...O es que no son ustedes "democrátas"...?
Pues a esta esperpéntica situación, como describo arriba, es a la que ha llegado este anárquico país, en al que, durante décadas, los aldeanos separatismos han baqueteado como han querido, negándose, por ejemplo, a incumplir leyes tan fundamentales como que todos los españoles que lo deseen tengan derecho a ser educados en español en España...
Mientras tanto, el Jefe de Estado, "símbolo" de toda la nación y Jefe de las Fuerzas Armadas -garantes éstas, por cierto, del mantenimiento de la unidad de la Patria-, permanece callado como u... (dejo al buen criterio del lector el relleno de los puntos suspensivos...).
Claro, que está muy ocupadillo el pobrecito con los presuntos escándalos de su yerno, de su "representante" Corina (que, según la Casa Real, "no le representa") y con la promoción de su nueva página web... Cómo vamos a pedir a esta persona que se ocupe también de la unidad de España, con el trajín que tiene... Vamos, que en el mísero presupuesto de casi 9 millones de euros anuales (casi 1.500 millones de pesetas) que damos todos los años para el mantenimiento de su real Casa, no entran estas menudencias de las unidades patrias ni del desmembramiento total de la nación...
Las gallinitas monárquicas estarán ahora muy ocupadas agitando las alitas y, piando y piando, mientras dicen: "No se preocupe, Su Majestad, no haga caso, que nada enturbie su merecido reposo y tranquilidad"... Y cortarán de lleno toda crítica con un "¡Viva España! ¡Viva el Rey!", repetido con el timbre de un autómata robotizado de maquinaria bien "engrasada"...
Pues bien... para que "viva España", precisamente, no debe "subsistir" políticamente el Rey... Al menos, este Rey, inoperante como una roca en el fondo de un barranco incapaz de rodar ni siquiera empujada por otros...
¿Y del Gobierno...? ¿Qué podemos esperar...? La cobardía y la mentira siempre han ido de la mano -como una pareja feliz- y de un Gobierno que nos mintió absolutamente en todas sus promesas electorales, no podíamos esperar otra cosa que un acobardamiento de avestruz...
En fin, señores, he decidido definitivamente independizarme de ustedes, de la cobardía generalizada de esta nación, de ese callar y mirar para otro lado, del lacayismo congénito que pulula por todas partes y de la timoratez que caracteriza a la mayoría de los nuevos españoles de este olvidable siglo XXI...
